viernes, 11 de junio de 2010

domingo, 30 de mayo de 2010

Imágenes del Ensayo




















Ensayo de La Educación y la Educación Plástica en el Sistema Educativo Español

EL SISTEMA EDUCATIVO ESPAÑOL

Comenzaré con una afirmación que a lo largo del ensayo se irá argumentando con la suma de pequeñas explicaciones; y es que en este país, en España; o mejor expresado, los españoles, nos caracterizamos, en general, por saber escribir muy bien, por manifestar sobre el papel intenciones y atenciones educativas muy modernistas, con una gran carga ética y moral, con una gran cantidad de valores que se tienen que considerar prioritarios, dónde se incluye la atención a la diversidad, la interculturalidad, etc.; pero, en la misma medida que nos caracterizamos por escribir muy bien, nos caracterizamos por no llevar a la práctica gran parte de lo que escribimos, de aquello que tan bonito, completo y correcto quedaba por escrito. Entonces, por lo que realmente se caracteriza la educación en este país, es por saber quedar bien, al menos, por escrito.

La relación entre la teoría y la práctica es algo muy interesante, y muy triste, en el sistema educativo establecido en España. Se supone que un maestro se rige por los Decretos y por los libros de texto para saber qué hay que enseñar, pero en muy pocas ocasiones se corresponde con lo que el niño necesita aprender. Para paliar un poco (y para más cosas) la insatisfacción evidente que se manifiesta en lo que el niño necesita aprender, el sistema educativo de este país se inventa “algo” que se denomina Competencias Básicas. Para mí, las competencias básicas son “una mentira”, que se ha inventado para “justificar” parte de la incompetencia y de la desprofesionalidad que se respira, y que se puede observar en los centros educativos; tanto en primaria como en secundaria, concretamente en los docentes de dicho sistema.

Los libros de texto tienen que dejar de ser los sustitutos de las programaciones didácticas de los docentes. Un libro de texto, si tiene alguna utilidad, es la de herramienta o guía de un maestro para llevar a cabo una programación didáctica anual, elaborada por el docente, contextualizada, adaptada a las características de un alumnado, etc.

Las editoriales elaboran un libro de texto para un determinado curso y lo venden, o lo intentan vender por todo un país. No se puede utilizar el mismo libro de texto para todos los centros de una provincia, ni para todos los centros de una comunidad autonómica; ni mucho menos para todos los centros de un país. No se puede utilizar porque no todos los contextos donde se ubican los centros escolares son iguales; ni todos los centros disponen de los mismos presupuestos para llevar a cabo un año académico, ni disponen del mismo personal profesional, ni todos los alumnos/as tienen las mismas características… como para tener prediseñado un libro, y además llevarlo a cabo como si se tratara de una programación bien elaborada.

¿Dónde están las cualidades que hacen de un maestro “un trabajador profesional”? La mayoría de los centros, y la mayoría de los maestros funcionarios y con plaza fija en el sistema educativo llevan a cabo los libros de texto tal cual los compran, prediseñados. Enseñan lo que en el libro de texto viene programado, sin alterar nada, ni siquiera el orden establecido por la respectiva editorial (y si alteran, es muy poco). Además si un alumno/a no supera un tema, los maestros le dicen que “se queda atrás”, que se dé prisa. Este es el enfoque que tiene la educación en España, mayoritariamente.

Retomando el tema de las Competencias Básicas; el establecimiento de las mismas provoca una consecuencia clara, que acaba de ser expresada. En la práctica del sistema educativo español no se respetan los ritmos de aprendizaje, aunque en la teoría sí. Los niños/as que no llevan el ritmo de aprendizaje que llevan la mayoría del alumnado de una misma aula, como hemos dicho anteriormente, “se quedan atrás”. Esto no debería ser así, pero claro, el personal docente cuenta con el respaldo de las llamadas competencias básicas.

El establecimiento de las Competencias Básicas supone culpabilizar al alumno/a, con o sin dificultades de aprendizaje (DA), de que “no llega” donde el resto de compañeros/as sí lo hacen. ¿No podrá el cuerpo de docentes barajar la posibilidad de que lo mismo necesita más tiempo? No es lo mismo afirmar que un determinado alumno/a no tiene capacidad para alcanzar ciertos contenidos y/o conocimientos, que afirmar que dicho alumno/a necesita más tiempo que el resto, para realizar unos aprendizajes concretos. Se debería asumir de una vez por todas, que el éxito o el fracaso de los alumnos/as es responsabilidad docente.

Hay que tener en cuenta que la equidad, va más allá de la igualdad; y hay que aplicar la primera, puesto que hay alumnos/as que necesitan de más atención que otros, aunque todos tienen derecho a recibirla.

Es cierto que hay casos específicos y concretos, en los que las Competencias Básicas tendrían algún sentido, pero no son tantos dichos casos como a los que se le aplica en la realidad práctica, el concepto de competencias básicas, sobretodo en el momento puntual de recibir un título. Prueba de ello es el alto porcentaje que recibe el título de Graduado en E.S.O. por la vía de Diversificación Curricular o PGS. Incluso constituye un porcentaje considerable la cantidad de personas jóvenes (entre 18-26) que se gradúan en ESO por la vía Enseñanza de Adultos.

Todo esto es consecuencia de la falta de base, de la ausencia de unos buenos cimientos que deberían haberse consolidado en primaria, para en secundaria poder alcanzar aprendizajes más complejos. Afirmar esto es lo mismo que decir que es consecuencia de la desprofesionalización del personal docente, que respaldado por las “dichosas” competencias básicas, que repito, son aplicables sólo en algunos casos, considera que hay DA significativas donde no existen DA significativas.

Una solución puede ser minimizar la burocracia. En gran parte sería disminuida sólo cambiando la palabra “asesoramiento” por la palabra “colaboración” entre los maestros y especialistas que participan en el proceso educativo de un alumno/a; y querer trabajar, sobretodo querer trabajar y ser un buen profesional, querer hacerse responsable de lo difícil en la misma medida que se hace responsable de lo fácil, querer más y más responsabilidad; querer proporcionar, de verdad, el derecho a la educación que tienen todos los alumnos/as, querer ser partícipe de minimizar el fracaso escolar, de mejorar la educación de este país.

Por último cabe decir que, en la mayoría de los casos, es la inserción laboral (las oposiciones por ejemplo), la que nos separa de ser críticos del sistema educativo, a ser partícipes del mismo. Quiero decir que es relativamente fácil, escribir estas cosas (cuando se es estudiante) y “hacer más tradición” de la enseñanza cuando se forma parte del profesorado. En resumen, que hay mucha hipocresía entre lo que se piensa cuando se es estudiante, y lo que se aplica cuando se es trabajador; es decir, que la profesionalidad está más presente en las universidades, cuando no se es profesional. Esto es tan paradójico como cierto.

Hay que intentar ser cada vez mejores, lo que implica querer estar siempre colaborando; aprendiendo de quien sabe más que nosotros y enseñando a quien sabe menos. Y siempre habrá quien sepa más que nosotros de “algo” y viceversa. Sólo aceptando esto, seremos cada vez más profesionales, cada vez mejores educadores y maestros. Sólo así podremos paliar el naufragio del sistema educativo de España; y mejorar la educación de las futuras generaciones, así como fomentar dicha mejora, que es el verdadero deber y quehacer del docente y a lo que realmente tiene derecho el discente.


EDUCACIÓN PLÁSTICA

Si anteriormente hemos hecho un análisis crítico (por desgracia para mal) del sistema educativo de este país sin pormenorizar excesivamente, el análisis de esta área en concreto no va ser menos. Al menos de forma general.

Basándome en mi paso por la educación primaria como alumno, en el de mis amigos y amigas y en el de mis familiares; más sumándole mi corta experiencia, como docente, en los centros educativos, me siento obligado a decir que la desprofesionalidad vuelve a estar presente.

¡¡Yo no he visto a ningún maestro ENSEÑAR Plástica en Educación Primaria, de verdad!!

Hay profesores que “dan” Educación Plástica como la última asignatura, la que menos importancia tiene. Es decir, que se da Plástica si sobra tiempo, ese día, después de haber dado Conocimiento del Medio, Matemáticas y Lengua y Literatura; además de haber hecho algo de Lectura. En general, no se respeta las horas semanales del área de Educación Plástica. Además se da como premio, a los que terminan y llevan al día las tareas y los temas de las demás áreas; de manera que la parte del alumnado de la que hemos hablado anteriormente, que no van al día con la mayor parte del grupo-clase apenas tocan el área de Plástica.

Por otro lado, he entrecomillado en el párrafo anterior la palabra dar Educación Plástica, porque si nos lo tomamos como sinónimo de , hay que entrecomillarla. Los maestros se toman las horas de Educación Plástica como un descanso de su quehacer, como horas con las que ellos cuentan para hacer otras cosas que no tienen nada que ver con la Educación Plástica, como corregir ejercicios o exámenes de otras áreas mientras que los niños están “entretenidos” en colorear (como si la Educación Plástica se limitara a darle color a una lámina); en lugar de estar pendientes de conducir al alumno hacia un aprendizaje significativo de dicha área. Esto no es ni DAR ni ENSEÑAR Educación Plástica; vamos podemos decir que no es ni intentarlo.

Si anteriormente hemos argumentado cuán limitada está la funcionalidad de un libro de texto en un centro educativo por razones muy variadas; en referencia a la Educación Plástica, podríamos afirmar que los libros de láminas prediseñados no sirven prácticamente para nada.

Si observamos los centros educativos en relación al área de Educación Plástica, vemos que la gran mayoría comete el error de dejar al alumno/a sólo/a ante la realización del libro de texto (láminas) de esta área. Además estas láminas no vienen diseñadas para que el alumno/a aprenda realmente lo que se espera de él a esta según su edad; sino que están diseñados para “salir del paso”. Irónicamente nos encontramos con libros que se componen de 15 láminas, (cinco láminas por trimestre), o con 12 (cuatro láminas por trimestre)… sin complicarse nada, sin tener ninguno de ellos en cuenta lo que el alumno/a necesita aprender en realidad.

Para colmo la mayoría de los alumnos/as en la mayoría de los casos no terminan la realización de estas láminas. La causa suele ser cuestiones de tiempo, por no dedicar al área de Educación Plástica el tiempo que merece, ni si quiera el tiempo establecido por el Ministerio de Educación; es decir, por dedicar más tiempo de la cuenta a las áreas más “punteras” como Matemáticas o Conocimiento del Medio. En resumen porque se le “roba” tiempo al área de Educación Plástica para proporcionarle más tiempo a dichas áreas punteras. Otra causa es que además de dedicarle menos tiempo del que se debiera, son los propios alumnos/as los que realmente se lo dedican; ya que la función de los docentes se limita a decirles “está bien, pasa a la siguiente lámina” o “está mal, debes mejorarla”. Y para más inri se les dice “venga que te estás quedando atrás”; sin recordar que son ellos mismo los culpables de que un determinado alumno/a no avance como otro.

La consecuencia de todo esto, lo miremos por donde los miremos, es en todos los casos perjudicial para la Educación Plástica y para su aprendizaje, porque en el momento que un alumno/a no avance como el resto del grupo-clase en cualquier materia, queda atrasado en esta área, ya que casi todos los maestros/as tutores/as priorizan las demás áreas a la Educación Plástica.

DOS EXPERIENCIAS EJEMPLARES

Las dos las he vivido como universitario, ninguna en un colegio o en un IES. De haber sido así, supongo que tendía otra visión y otro concepto de la Educación Plástica, y no el expuesto.

Cuando tuve Educación Plástica en el curso 3º de Magisterio de Ed. Física en Córdoba, el primer día ya me quedé asombrado. Eloísa, la profesora nos insistía (y no poco) en que la lámina en primaria no enseña mucho a los alumnos/as, no es un método de enseñanza eficaz. Ella nos planteaba formas alternativas de cómo despertar en el alumno/a un interés por la Plástica que iría de la mano del desarrollo de unas técnicas y habilidades necesarias para el verdadero disfrute de esta área. Recuerdo el primer día de clase, que yo iba con un miedo enorme porque me creía nulo para hacer dibujos, que después de una pequeña charla en la que ella nos hizo saber su opinión acerca de las distintas formas de dar clase de Educación Plástica, nos dijo: “Salid a la puerta de la facultad, y dibujad desde dos puntos distintos, aquello que estéis viendo”. En este momento, tanto yo como algunos compañeros/as creíamos que jamás terminaríamos la carrera de Magisterio porque jamás aprobaríamos esta asignatura; y para más inri era troncal y la profesora súper joven y la única docente que impartía esta signatura. Pues con apenas un par de consejos e indicaciones profesionales de Eloísa, más con la motivación e interés que esta mujer nos provocaba con la libertad que nos daba para trabajar, conseguí sacar buena nota y admirar a Eloísa como docente. Siempre era todo muy activo. Otros días llegaba y decía: “Dad un paseo por la facultad y haced fotos que transmitan frio, calor, aburrimiento cansancio…”Las horas de clase de esta profesora se daban, de forma general, fuera del aula.

La otra experiencia, tiene lugar en el último año de la Licenciatura de Psicopedagogía. Ángel, el profesor que la imparte es “el dolor de cabeza” constante desde que empezamos la asignatura de todos los alumnos/as que quieren aprobarla. Tiene en común con la experiencia anterior lo DIFERENTES que son ambas al resto de asignaturas. Esta es distinta, es original, es divertida, es “otro rollo”; pero hay que currar. Es un ejemplo alternativo a lo tradicional, a lo magistral. Aquí, el alumno/a deja de ser un mero receptor para convertirse en lo más activo posible. Nunca nos falta un quehacer ni un quepensar desde que empezó la asignatura. Primero la realización de las fotos con papel celofán en los ojos (porque tiene un efecto psicológico-visual peculiar) que debían hacer referencia a ciertos ítems. Después hicimos el dibujo, en el que reflejamos aquello que veíamos reflejado en un espejo, el cual estaba enfocando al dibujo del compañero de al lado. El resultado era que el último dibujo de la fila no tenía prácticamente nada que ver con el primero. Hemos conocido autores y hemos intentado continuar su obra, hemos expresado mediante un video lo qué es un minuto, y hemos hecho un cortometraje basándonos en “lo que nos gusta”, “lo que no nos gusta” y “lo que deseamos”. Este último por parejas. Más un ensayo, más este ensayo y el videodiálogo. En resumen, Ángel ha estrujado del todo, y para bien, (al menos, en mi caso) toda nuestra creatividad, con actividades cuando poco, originales, diferentes y para mí, divertidas.


QUÉ SABER Y TENER EN CUENTA DE LA EDUCACIÓN PLÁSTICA

Gracias a la comunicación se logra el verdadero desarrollo personal. Pero para ello hay que lograr la expresión, para comunicar hay que expresar. Aquí aparece la Educación Plástica y Visual, ya que su forma de expresión son las imágenes, tanto bidimensionales como tridimensionales.

La necesidad de expresión origina la creación, y ésta se realiza a partir de las experiencias personales de cada uno. Percibimos por los sentidos y gracias a ellos somos capaces de expresar lo sentido. Ahora, todas nuestras capacidades entran en acción: la imaginación, la memoria, la sensibilidad, la lógica, las capacidades de análisis y síntesis, etc. De este modo, la creación va íntimamente ligada al desarrollo de la personalidad, no como algo que nadie ha hecho antes, sino como la necesidad de manifestar una experiencia personal, desarrollando en los alumnos capacidades para expresarse con imaginación y potenciando de este modo su autoestima.

Uno de los objetivos principales de la educación es la socialización de los alumnos en su medio. La Educación Plástica y Visual contribuye de forma fundamental a lograr dicho objetivo, puesto que proporciona la posibilidad de entender y utilizar el lenguaje de la imagen. La ausencia de una formación adecuada en estas formas del lenguaje nos privaría de la capacidad para leer ciertas formas de representación. En este sentido, la Educación Plástica y Visual tiene un carácter instrumental, pues posee una identidad propia y sirve de complemento a otras áreas al implicar el desarrollo de una serie de competencias y destrezas que configuran una estructura intelectual y una disciplina mental que conlleva la consolidación de hábitos y actividades tales como la abstracción, la precisión en el lenguaje, el razonamiento lógico, la capacidad de análisis y síntesis, la perseverancia, el esfuerzo, los hábitos de estudio y trabajo, la atención, la tenacidad, la paciencia, la búsqueda de soluciones creativas, etc.

Es importante, por tanto, potenciar todo tipo de lenguajes: verbal, escrito, codificado o visual. De esta manera, la Educación Plástica y Visual ayudará a los alumnos a adquirir los instrumentos necesarios para indagar la realidad de una manera más profunda, más contrastada y objetiva; para lograr el disfrute artístico, y no entenderlo sólo como un concepto o un juicio estructural, permitiendo que los alumnos disfruten y gocen con las obras artísticas que lo rodean. Las diferentes formas del lenguaje visual se articulan necesariamente en una doble dirección: por un lado, saber percibir y analizar; por otro, saber expresar y crear.

Por todo esto y por más cosas, la Educación Plástica no tiene que ser “el último plato” para ningún docente. Creo que todos los maestros deberían hacer un esfuerzo, ponerse al día y aprender de lo que realmente es la Educación Plástica (q no es solo colorear), de lo que aporta al aprendizaje de un alumno/a y aplicarlo a la praxis de la realidad para conseguir así el desarrollo de algunas habilidades y el alcance de determinado aprendizajes.

Sabiendo lo suficiente de esta área, seguro que un maestro/a se da cuenta de que no debe regañar al niño/a siempre que este hace un avión de papel, ni castigarlo copiando 100 veces “no debo hacer aviones de papel en la clase” porque haciendo un avión de papel y permitiendo que lo haga volar; además de tener al alumno/a motivado/a, estamos trabajando:

· El orden y la secuenciación de distintas fases.

· Rotación de figuras.

· Parte de la motricidad.

· Medidas del tiempo y la distancia con el vuelo del avión.

· …etc.

Para terminar y en resumen, hay diversas formas alternativas a las ya establecidas de trabajar contenidos, desarrolla habilidades y destrezas, e incluso de alcanzar aprendizajes realmente significativos, que no se usan y que incluso ni se conocen como técnicas de enseñanza-aprendizaje; y que nos pueden ayudar a “hacer un aprendizaje más aprendizaje a largo plazo”.

viernes, 21 de mayo de 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

Trabajo de investigación teórico-visual y Obra plástica o visual

Aún no tengo muy claro el tema concreto en el que voy a profundizar para el desarrollo del trabajo de investigación. Me gustaría tocar varios bloques, no sólo uno, ya que en todos veo algo interesante y sobre lo que me gustaria opinar y aprender. El bloque 3 es el que más me llama la atención, por el análisis de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Sin embargo, tengo bastante claro que la obra plástica o visual, va ser de tipo fotográfico porque tengo algunas ideas que me gustaría llevar a cabo.

jueves, 6 de mayo de 2010

experiencia 4


Un minuto puede ser de alegría, de tristeza, de amor, de odio, de dolor, de placer... En un minuto se puede ganar, perder, se puede ir ganando y acabar perdiendo o viceversa, e incluso se puede nacer y se puede morir...
Un minuto es dificil de expresar porque pueden pasar cantidad de cosas (o hitos), se pueden sentir muchas otras, puede pasar de todo, y puede ser que no pase nada.
Asumiendo que abarcar todo lo que pudiera ser un minuto es prácticamente imposible; he considerado que una mano de una partida de poker, que dura aproximadamente 70 segundos, podría expresar gran cantidad de emociones y hechos de los anteriormente citados.

miércoles, 28 de abril de 2010

Comentario experiencia 1

Algunas fotos son bastante interpretativas; aunque otras muchas son muy subjetivas, muy abstractas. Me refiero con que son subjetivas (que en realidad todas los son) a que cuesta más trabajo encontrar su interpretación, es decir, entender porqué para representar ese ítem realizaron tales fotos. Sin embargo, otras fotos se interpretan con una gran facilidad. No quiero decir que sean objetivas, porque no lo son; ya que cada cual echa una foto teniendo en cuenta lo que él mismo cree que puede representar el ítem que está fotografiando.
Mucha gente ha fotografiado el cielo para representar lo más grande. También mucha gente ha fotografiado un tomate o algo rojo para representar el salmorejo. Sin embargo hay personas que para representar el che, han fotografiado una estatua o para representar mi país han fotografiado letras chinas. En estas últimas cuesta más trabajo encontrar una relación clara entre el ítem y la fotografía que en las dos primeras.
También cabe decir que unas fotos son muy originales y otras nolo son tanto. He podido ver fotos de la puerta de entrada de la facultad para representar la facultad; y también he visto una foto de la frase Educar es Amar (mucho más original) para representar el mismo ítem. O fotos de un culo humano para representar el ítem culo; y fotos del culo de un vaso o de un coche (más originales). La que más me ha llamado la atención, porque representa muy bien el ítem que le corresponde, es fácil de encontrar su interpretación y a la vez es muy original, es una foto de unas huellas rojas para representar al Che.